Sus manos son pequeñas comparadas con el resto de su cuerpo largo y estilizado. Aunque si se parecen a sus pies, apenas dos talles más grandes que los tuyos.
Parece una estupidez pero a vos siempre te gustaron las extremidades discretas, las uñas prolijas y no muy largas, las palmas de las manos suaves, los chicos lúmpenes.
Sabés que no hay sábanas mas suaves que un abrazo suyo, un abrazo de cuerpo entero, de piel desnuda sobre piel desnuda. Y desde que no está te cuesta dormir a la noche, tenés frío aunque haga 30 grados, pero no querés apagar el ventilador, querés taparte y cuando lo hacés la sábana te raspa, te incomoda. Y en realidad es más simple que todo eso, lo que querés realmente es que sus manos te abracen en un abrazo infinito, que sus pies te sonrian y se enrieden con los tuyos, eso querés.
Hace 3 años