Anoche soñé que te seguía hasta un arenero.
Nos tirábamos por los toboganes, nos colgábamos de las trepadoras y nos reíamos en los subibajas.
Todo estaba muy bien hasta que juntaste con tus manitos un puñado de arena y me lo tiraste en los ojos.
Esa manía tuya de arruinar todo siempre, hasta los sueños.
Hace 3 años
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