La lluvia cae sobre la ciudad, y sus gotas se posan en cada rincón. Caen sobre el pavimento caliente y el ruido que provoca el contacto de los neumáticos con la calle empapada me obsesiona. Se escucha muy fuerte, se apodera de mis oídos y me aisla, me eleva.
Que rara me hace sentir la lluvia, pienso y me cuesta encontrar una palabra que exteriorice lo que siento mientras la miro deslizarce por el aire y lleno mi boca de humo y estos renglones de tinta. Es una especie de nostalgia, es como extrañar algo que nunca se tuvo o que no se sabe con certeza qué es. Hay veces, que la tristeza es tan dulce!
Hace 3 años
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