lunes, 9 de noviembre de 2009

en tercera persona

Lo que más temía mientras intentaba olvidarlo era que con él se vayan esos recuerdos por los que se había acostumbrado tanto a merodear y con ellos, también un mar de poesías que no habían sido escritas, algunas palabras tímidas que no habían sido dichas ni escuchadas.
Le molestaba más dejar atrás eso, que cualquier otra cosa. Más que los gusanos en la pansa, más que lo impropio, incluso más que su falta de banalidad.

3 comentarios:

  1. sol?
    Gracias por leerme! y lo de la foto también. Tenés escritos muy lindos!
    Un beso .
    Flor

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  2. Alguna poesía solo vive en el momento y en el papel se muere.

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  3. :) solcii me gusta como escribís
    te amo(L)

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